Revolución Histórica de la Estructura Agraria Guatemalteca
La actual estructura agraria de Guatemala se origina cuando la producción nacional de exportación se vincula al mercado mundial por medio del cultivo del café. Este proceso se dio con gran impulso en el último tercio del siglo XIX.
Se ha considerado que una primera fase del desarrollo del capitalismo en el país se dio, precisamente, en el período comprendido entre ese primer auge exportador de finales del siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial. En este largo período se presentaron importantes cambios de la estructura de producción del país, la cual ha sido eminentemente agrícola. Tales cambios se iniciaron con el establecimiento de la propiedad privada sobre la tierra, la cual, hasta ese momento, además de las haciendas coloniales, era poseída por la iglesia y las comunidades indígenas. También es importante, la construcción de medios de comunicación y transporte, especialmente del telégrafo y el ferrocarril, así como de obras de infraestructura encaminadas a apoyar al único producto de exportación de importancia en ese período.
Para poder modernizar la economía, uno de los primeros decretos de la Junta Revolucionaria en 1944 fue precisamente la supresión del "Boleto de Vialidad", que constituía el núcleo del sistema de trabajo forzado en el país. En el siguiente año, se derogó la "Ley contra la Vagancia" y se estableció la Ley de Arrendamiento forzoso destinada a aumentar la producción agropecuaria, regular los contratos de arrendamiento y eliminar la práctica de la medianía que empobrecía a los campesinos sin tierra, obligados a ceder una porción excesiva del fruto de su trabajo a los terratenientes. Con la Ley de Arrendamiento Forzoso se daba un golpe también al colonato, el cual ha sido una práctica en el área rural por la cual se paga a los campesinos el trabajo no con dinero, sino con la concesión del uso de la tierra dentro de las fincas. En síntesis, se buscó eliminar las formas de renta precapitalistas buscando el establecimiento de una renta de la tierra moderna o capitalista.
Transformación agraria y conflicto Político en Guatemala
La medida reformista más importante del gobierno progresista de la época 1951-54, fue la Reforma Agraria iniciada en 1952, la Constitución adoptada en 1945 prohibió los latifundios.
El decreto 900 o ley de reforma agraria en Guatemala fue una de las metas principales del gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán (1951-1954), con la que pretendía evitar que hubiera una relación de latifundio-minifundio, la cual se había hecho común en Guatemala a partir de la promulgación del Decreto 170 —o Ley de Redención de Censos— por el gobierno del general Justo Rufino Barrios en 1877, y las concesiones que este y los gobiernos liberales que le siguieron hicieron a ciudadanos alemanes y a la compañía estadounidense United Fruit Company.
Jacobo Árbenz Gúzman
Reforma Agraria Contrarrevolucionaria
La Contrarrevolución de 1954 -también llamada Contrarrevolución del 54– fue un movimiento político y militar, orquestado por Estados Unidos, la United Fruit Company y algunos terratenientes guatemaltecos que, provocó la renuncia el 27 de junio de 1954 del presidente de Guatemala en aquel momento.
Restauración de la gran propiedad rural (1955-1961)
Es posible considerar, con base en la Memoria Anual de Labores y Estudio Económico del Banco de Guatemala de 1961, que en el lapso comprendido entre 1955 y 1961, la producción agropecuaria retrocedió un 6.4% de su valor. Aunque aumentó en volumen físico.
La nueva legislación agraria se dictó con el objetivo fundamental de contrarrestar el proceso de reforma agraria. En lugar de influir en la distribución racional de los suelos agropecuarios, la nueva estrategia consistió en ampliar la frontera agrícola mediante la colonización agraria que se impulsó al amparo de la Ley de Transformación Agraria Decreto 1551 (11-10-62). Como era de esperarse se logró el objetivo de restaurar el latifundio y la estructura de la propiedad rural.
Período de expansión económica (1962-1981)
Este período constituye un tramo de dos décadas de crecimiento y modernización de la producción agropecuaria. El fomento de las actividades comerciales en el agro, se expresa en las leyes de fomento y en la implementación de líneas de crédito para la producción agropecuaria. Se inicia la colonización de las regiones del norte del país, es decir, del territorio de El Petén y la Franja Transversal del Norte, así como de algunas colonizaciones exitosas en el departamento de Izabal.
El volumen de la producción agrícola, casi se duplicó en el período de expansión. Los productos tradicionales de la agricultura nacional, no obstante, demostraron su constante pérdida de dinamismo, especialmente en el caso de los granos básicos y el café. Situación que puso de manifiesto la inadecuada producción de alimentos básicos que caracteriza a dicho período.
Los productos que más se desarrollaron en este período fueron: el banano, el algodón el arroz, las frutas y hortalizas, la caña de azúcar y el trigo. Se aprecia durante el período analizado, una tendencia hacia el desarrollo de cultivos comerciales.
Crisis general de la década de los años ochenta (1982-1986)
La crisis general de la economía guatemalteca se presentó con todo vigor y en prácticamente todos los aspectos de la vida social en 1982. En la agricultura se manifestó en forma tempranera. Debido a la desaceleración de la demanda externa la producción agrícola de exportación redujo su ritmo de crecimiento desde 198014. Los precios internacionales se habían reducido durante dos años consecutivos (1978-1979) y los productos intermedios usados por la agricultura se habían encarecido. El cultivo del café tuvo una declinación en la productividad y una aguda caída de los precios internacionales por dos años seguidos (1980-1981).
La producción de algodón redujo sus áreas de cultivo en 39 miles de manzanas (cerca de 27 miles de hectáreas). En general, la caída de la producción tuvo mucho que ver con la reducción de los cultivos de exportación, los cuales disminuyeron su producción bruta durante tres años consecutivos (1981-1983).
La caída en los cultivos de consumo industrial (especialmente: caña de azúcar, arroz y trigo) se inició en 1982, contrarrestando la recuperación de los cultivos de exportación y alargando de esta manera la postración del sector agrícola. Mientras que por el lado de los cultivos de consumo interno, la producción se mantuvo prácticamente inalterable con un crecimiento poco significativo, a una tasa anual del 2.7%, aún por debajo del crecimiento poblacional cuya tasa de crecimiento vegetativo fue de 2.9%.
Modernización y Crecimiento no sostenible (1987-2002)
Después de la crisis general de la primera mitad de los años ochentas, se esperaba una recuperación sostenida de los principales sectores productivos. Si bien en la industria esto no se dio, en los servicios y en la agricultura pareció que esto era posible, al menos en los primeros años. Sin embargo en las postrimerías del siglo XX era obvio que el aparato productivo del país había salido seriamente dañado con la crisis, además que la economía mundial se había transformado a tal punto que la mayor parte de los productos tradicionales de exportación habían perdido gran parte de sus mercados. La estructura agraria, en una parte muy importante, los cultivos comerciales, se había transformado.
A partir de 1999, la producción agropecuaria empieza a mostrar una marcada reducción de las tasas de crecimiento, las cuales se pueden asociar a la contracción de la economía mundial, la cual se refleja en el marcado deterioro de los precios internacionales para los principales productos nacionales de exportación, especialmente el café que entró en profunda crisis.
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